Ambientación

Sociedad

Esta época se caracteriza por la bien formada figura del patriarca dentro de la familia. El padre tenía relaciones sociales con todas las partes que conformaban su hogar, como la relación padre-mujer, padre-hijos y padre-criados y/o esclavos. Si el patriarca tenía hijas menores o cercanas a los veinticinco, éstas no podían contraer matrimonio con ningún hombre sin el consentimiento de su padre bajo pena de desheredamiento. Por lo tanto, la sociedad era bastante conservadora. La madre de la familia se encargaba de la educación de sus hijos hasta que estos cumplían los siete años, entonces, cuando cumplían esta edad, el hijo varón era encomendado al cuidado de su padre, quien le inculcaba valores y educación para su formación patriarcal en un futuro. Al varón se le enseñaba a ser útil, responsable y sobre todo, cristiano. Las jovencitas, por el contrario, eran educadas por la madre para los cuidados de un hogar.
Las divisiones sexuales eran muy marcadas y eso se reflejaba mucho en la educación que se le brindaba a cada uno.

Clases Sociales:

Ya que el barroco es una etapa media entre la edad Media y la época Victoriana, las clases sociales vienen a ser también una mezcla. En el poder está la clase Noble, de sangre real, y luego está la Aristocracia, quienes son gente de opulencias, luego está la Burguesía, que mayormente se compone de mercaderes y artesanos, y por último la clase Pobre que son sirvientes o esclavos (si, aquí todavía habían esclavos).

Estética según la época

Barroco, en sí, significa grotesco o absurdo y el término fue empleado por personas que tenían arraigada la creencia de que las estructuras artísticas clásicas no debían ser alteradas o combinadas con otras. Era falta de gusto en los críticos desdeñar los estándares de belleza clásica; de ahí que denominaran estilo “barroco” a los que lo hacían. De esto se trataba principalmente la época barroca. La combinación de formas y colores. El estilo en si se podía reflejar en todo, desde una pintura hasta la vestimenta misma. Los poetas desvivían sus palabras por una mujer perfecta, completamente rubia y blanca, figura que se tomó también en la pintura.

Vestimenta.

Las mujeres llevaban faldas grandes con fondos de varilla para abultarlo más, cuellos exagerados, escotes en formas simétricas como la rectangular, cubierta en su contorno por encaje, de mangas largas con terminaciones pomposas, llenas de figuras de la tela y holanes de encaje, al igual que la terminación de toda la falda. En cuanto a los hombres, usaban sombreros de copa con plumas de aves exóticas, al igual que las mujeres, usaban cuellos altos y pomposos, con encaje, camisas de manga larga y chalecos de la misma tela, al final de las mangas iba un poco de encaje; usaban mayones como pantalones y encima una especie de “shorts” abultados y a la altura de los hombros, solían llevar una especie de capa. Los zapatos eran alargados y de tacón para ambos.

Modos de Habla

La forma de hablar en el barroco no era muy complicada, realmente lo sofisticado como términos de “Señora”, “Señorita”, “Señor”, se usaban solamente si la persona se dirigía a alguien de gran poder como un burgués, noble o clérigo. En sí, las formas de hablar eran bastante poéticas si de hombres ilustres se trataba, pues su educación les otorgaba una gran gama de términos que utilizarían para conquistar a las mujeres. Y todos siempre dirigiéndose con respeto a menos que fuese comunicación entre esclavos o servidumbre.

Relaciones

Tras el respeto ya citado hablaremos de otras cuestiones, los tratos en los distintos estratos sociales. El rey, como es bien sabido tiene el beneficio de relacionare con las personas como más le plazca, y en el ámbito amoroso (por llamarlo así) es libre de poseer a cuanta mujer le venga en gana, a menos que alguna sea lo suficientemente valiente para opones, aunque en estos tiempo, y con éste rey... bueno. El cortejo es algo esencial para el trato romántico de dos individuos de ésta época, por lo tanto es ilógico que al momento dos personas queden prendadas el uno del otro y sean presas de la carne (A menos que sea de cierto individuo ya citado). En cuanto al "ritual secreto del amor cortesano" algo que ha estado presente de años atrás a las fechas en las que nos posamos, era secreto a voces de trovadores. El amor cortesano exaltaba el lazo que unía a un caballero con la dama elegida por él; es decir, cualquier dama, menos su esposa. Su código resulta tan elaborado como los jardines en donde los enamorados galanteaban. De acuerdo con las normas, este romántico caballero había de ser ardiente, reservad, y sobre todo cortés. Por mucho que la dama le negara sus favores, él debía seguir cortejándola sin desmayar.

Los estragos del fuego y las plagas
Recordemos el siglo en el cual nos situamos. En sus densas agrupaciones de casas de madera y otros materiales flamables, construidas pared por medio, una chispa casual podría prender fuego y extenderse rápidamente hasta consumir todo el distrito. Londres ya había padecido cuatro incendios desastrosos anteriormente. Las ciudades eran incubadoras de enfermedades. El exceso de población, la contaminación de los pozos, la falta de organización sanitaria, todo contribuía a extender los casos de plagas. Recuerden bien que la medicina no carece de desarrollo para estos años, por ello mismo los personajes humanos no están exentos de perecer ante una "simple" gripe.